lunes, 10 de agosto de 2015

Las personas maduras



Es muy curioso que hasta la edad se haya mercantilizado en los últimos años, las personas maduras ya no interesan porque no venden, pese a ello son un buen objetivo para ofrecerles un buen producto, la eterna juventud. Así hemos olvidado miles de años de Historia para ensalzar una nueva virtud artificial y despreciar el que ha sido por siempre el valor más respetado.

Envejecer es un grave pecado pues lo único realmente importante es que carezcas de arrugas, aunque para ello haya que convertir el rostro en una especie de sucedáneo gatuno. La escasez de neuronas no está penalizada por la sociedad consumista básicamente porque no se vende ningún producto capaz de aumentarte la inteligencia pero sí que puedan disimular las marcas que el tiempo y las experiencias vividas han dejado en el rostro.

Por eso a veces siento envidia de las sociedades orientales en donde la madurez sigue siendo un valor en alza y la experiencia la más inmaculada de las virtudes terrenales. Quizás por eso las mujeres chinas se conservan mucho mejor que las occidentales, porque aceptan las marcas de la existencia y no luchan contra ellas (sin ir más lejos la mujer de la foto tenía 117 años cuando la retrataron).

 En fin, dejo esto que tengo que ponerme mis cremitas pues ya me estoy viendo una pequeña arruga en el entrecejo.

Amarna Miller, vida inteligente en el porno español

Hace unas semanas tuve el placer de ver en televisión a una chica desinhibida llamada Amarna Miller que realmente me fascinó. Ella hablaba abiertamente sobre sexo y se reconocía actriz en el desconocido mundo del porno español pero ante todo era una persona con un nivel cultural asombrosamente por encima de la media, con grandes nociones de Historia o de Literatura.

No en vano su apellido artístico lo adoptó en honor a nuestro querido Henry Miller y el de Amarna por la ciudad bañada por el Nilo construida por Ajenatón, aunque hemos de decir que ella ha llegado hasta a eclipsar esta fastuosa ciudad pues si hacemos una búsqueda en Google apenas aparece en detrimento de nuestra actriz erótica más internacional.

Estamos acostumbrados a pensar en la pornografía como un mundo oculto de personas desviadas,  ninfómanas sin ningún tipo de pudor y muchas veces adictas a algunas sustancias cuando la realidad no tiene nada que ver (quizás sí en otros tiempos en donde manejaban fortunas). Detrás de las cámaras se esconden personas normales que disfrutan de una sexualidad plena pero no por ello son ajenas a otro tipo de placeres como los culturales.

La proliferación de webs de porno gratis por toda la red ha hecho que la pornografía sea considerada un fenómeno mass media pues ya no es necesario esconderse para comer la fruta prohibida, la tenemos al alcance de nuestros ordenadores, tablets o móviles. Siempre la llevamos con nosotros.

Sin duda alguna lo mejor de esta pelirroja está justo debajo de su pelo.